Que sí, que ya lo sé... Últimamente no vengo a tomarme el cafetito con ustedes y ahora,¿me saco un sorteo de la manga? Pues sí; ¡qué le vamos a hacer! Me ha llegado el libro estupendo que ha sacado Dolors Mateu (Blog de cuina de la Dolors) y está calentito, calentito... ¡Con un montonazo de recetas sencillas y aptas para todos los públicos!
Hoy, para compensar el poco caso que les he hecho los últimos meses, voy a hacerles algunas confindencias y les voy a contar algo que no mucha gente sabe y que está relacionado con Dolorss (sí, con dos "s" es como yo la conocí). Hace unos siete años pululaba yo entre foros de plantas, manualidades y recetas. Acababa de cerrar la empresa en la que llevaba trabajando los últimos seis años y me sentí más perdida que un piojo en un garaje. Me sobraba el tiempo y estaba hiperactiva, con muchas ganas de hacer todo lo que no había podido hacer en los últimos años en que trabajé como una condenada. Me di de alta en una web en la que había un número infinito de foros y, como soy una apasionada del mundo verde, las plantas captaron mi atención. Pero no era suficiente y comencé a pasarme por el de manualidades (no vean cómo puse la casa) y, cómo no, terminé en el de cocina. Ahí conocí a Dolorss. Con dos "s".
Puedo decir que no conozco personalmente a Dolorss con dos "s", pero ya entonces me transmitía cercanía, buen rollo, vitalidad, sencillez y honestidad. Yo adoro a las personas honestas, sea en el sentido que sea. Nos relacionamos mucho a través de internet y creo que se convirtió en una especie de hada madrina para mí, porque, por aquella época empezó a resurgir mi amor a los fogones. Supongo que por esto siento un cariño especial por Dolorss con dos "s". Por eso y por sus cocas de vidre, una de las primeras recetas que imité y que, por supuesto, figuran en su completísimo libro.
Aunque yo siempre había estado vinculada a la cocina, durante años esas sensaciones cayeron en un pozo, hasta que las retomé y ahí estaba Dolorss, con dos "s". Isita, así llamaba yo a mi abuela materna, había sido cocinera (y churrera, todo hay que decirlo), mi tía fue cocinera de un hotel de Fuerteventura y mi madre cocina como los ángeles. Me crié oliendo los potajes maravillosos de mi madre, lo único que comí durante mi más tierna infancia y es que no comía nada que tuviera que masticar. ¿Vaga...? Pues no sé. Hoy en día mastico, pero sigo experimentando más amor hacia las comidas de cuchara que hacia las carnes, por poner un ejemplo. Recuerdo aquellos sábados en que, medio dormida, salía de madrugada con mi abuela hacia la cafetería, churrería, restaurante que tenía en Las Palmas de Gran Canaria. Si algún sábado no conseguía despertarme para poder irme con ella, pasaba el fin de semana enfurruñada en el patio de mi casa. Me vienen a la mente recuerdos sensoriales: los aromas de la cebolla pochándose lentamente en una enorme sartén; el aceite de los churros que empezaba a calentarse; el vapor que deprendían los innumerables cacharros que chocaban entre sí haciéndose espacio en los fogones y haciendo un ruido metálico que hacía que se alejase mi somnolencia... Me sentaba en un taburete alto delante de la barra mientras no perdía de vista a mi abuela que se movía ágil y certeramente por entre pequeños espacios. De repente, llegaba mi premio: un zumo y un gran trozo de tortilla española, acompañado por un trozo de pan. Mi abuela hacía la mejor tortilla del universo. A mí me impresionaba el diámetro y la altura que tenía. Me relamía de gusto. Lo pienso y se me saltan las lágrimas rememorando aquellos instantes que han quedado como huellas delicadas e indelebles impresas en mí. ¡Gracias Isita!
En fin, que me pongo blandita... Hablemos del sorteo.
¿QUÉ TIENEN QUE HACER PARA PARTICIPAR?
1.- Hasta el día 1 de noviembre tienen para dejar un comentario en este post, contándome si poseen algún recuerdo de infancia relacionado con la comida. No hace falta que se extiendan si no les apetece. Es por departir un ratito.
2.- Me da igual si tienen blog o no; si me siguen habitualmente o si les parezco un tostón. Si quieren compartir con sus amigos o seguidores este sorteo, pueden hacerlo y, si no les da la real gana, pues genial.
3.- No se admitirán comentarios dejados con ANÓNIMO. Lo siento, pero ando maniática con estas cosas.
4.- Indicarme en el comentario sus correos electrónicos por si salen elegid@s.
5.- Enviaré el libro a cualquier parte del mundo. ¡Palabrita!
Venga... ¡Ya están tardando en participar!